Inevitable el bostezo
Sostenido por la tensión de haber vivido
Agarrado de las paredes con esa calma del fin
Hunde los pensamientos, ideas y quehaceres
En un solo sosiego
Aglomerados todos en un extenso parpadeo
Que truena y se permite ser
Ahogando toda nuestra mente
Lanzándola salvajemente al mundo
Mientras la mirada queda fijamente levitando
Sobre aquel piso, madera, teclado, plástico, papel
Familiarmente conocido.